| Trou Normand | |||||
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| Temporada | Episodio | ||||
| 1 | 09 | ||||
| Emisión original | 23 de mayo de 2013 | ||||
| Escrito por | Steve Lightfoot | ||||
| Dirigido por | Guillermo Navarro | ||||
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"Trou Normand" es el noveno episodio de la primera temporada de Hannibal. Fue emitido por primera vez el 23 de mayo de 2013.
Will, Jack y el equipo investigan a un asesino en serie que crea un enorme tótem utilizando los cuerpos de sus víctimas.
Historia[]
En una playa nevada en Grafton, Virginia Occidental, Will y Jack caminan hacia una escena del crimen en el que ya están múltiples agentes del FBI: hay un gran tótem hecho con partes de varios cuerpos humanos. Jack señala que la víctima cuya cabeza se encuentra en la parte superior es la más reciente, mientras que las demás llevan años e incluso décadas asesinadas.
Siete de los cuerpos habían estado enterrados por la zona. Jack les dice a todos que se alejen de la zona para que Will pueda utilizar su mente. Will cree que el asesino ha planeado aquél momento con precisión.
Se imagina posicionando a los cuerpos con cuidado en el tótem mientras mantiene cerca a su próxima víctima, un hombre atado y amordazado en el suelo. El hombre le observa construyendo el tótem hasta que el asesino se acerca y le apuñala con un cuchillo. Después, una vez que el tótem se encuentra terminado y levantado, puede apreciarse a la última víctima en su parte superior. Will cree que ese es el legado del asesino.
De repente, una gota de sangre de la última víctima le cae en una mejilla y al parpadear, Will ve que ahora está en la sala de espera de Hannibal, quien sale y se sorprende al verle allí. Will entra desesperado diciendo que hace un momento estaba en Virginia Occidental y no sabe cómo ha llegado hasta allí. Hannibal le dice que su coche está aparcado y tuvo que tardar tres horas en llegar hasta allí, de modo que perdió la noción del tiempo.
Según Hannibal, aquello se debe al abuso constante al que somete su mente al investigar los casos, pero Will le dice que muchas vidas se salvan gracias a lo que hace. Will empieza a pensar que su cerebro está mal, pero Hannibal le impide seguir dándole vueltas al tema y le pregunta por la escena del crimen. Hannibal además le dice que está preocupado, ya que podría volver a ocurrir lo mismo y Will podría herir a alguien.
En el centro psiquiátrico, Abigail tiene una pesadilla en la que habla ante un grupo acerca de sus pensamientos respecto a su padre, a quien ve cada vez que se despierta susurrándole, diciéndole que mató a todas sus víctimas para no tener que matarla a ella.
Una de las chicas le dice que debería haberla matado: Abigail observa y todas las chicas del grupo son las víctimas de su padre, que empiezan a hablar y a perturbarla hasta que desaparecen y surge Nicholas Boyle diciendo lo mismo. Abigail despierta de la pesadilla desesperada.
Will entra en el despacho de Jack para pedirle perdón por haberse comportado de forma peculiar el día anterior, pero Jack no sabe a qué se refiere. Jack pregunta si tiene algo que decirle, pero Will evita hablar sobre el tema y solo dice que se perdió un poco.
Abigail es visitada por Freddie Lounds, quien le comenta que a pesar de que se haya vendido su casa, no obtendrá ningún dinero debido a los casos de las familias de las víctimas contra su padre. Freddie le dice que puede conseguir su propio dinero y Abigail le pregunta si ganaría dinero si Freddie escribiese un libro sobre ella y su padre. Freddie le dice que sí y además, podría cambiar lo que piensan los demás al contar su propia historia. Abigail accede a hacerlo.
En la sala forense, Will se acerca para preguntar cuantos cuerpos hay en total ahora que el equipo se encuentra trabajando en las víctimas del tótem. Le dicen que hay diecisiete y le enseñan a la más reciente, Joel Summers, quien Will cree que era especial para el asesino por algún motivo. El equipo también le informa de que a pesar de que hay siete cuerpos que han sido claramente víctimas de asesinato, hay ocho que han sido retirados de múltiples tumbas cuyas muertes han sido accidentales, pero Will cree que todas han sido asesinadas.
Will se dirige a su clase para hablar sobre el caso a los alumnos, describiendo todas las muertes accidentales e indicando que cada una de ellas es distinta. Will sigue hablando hasta que es interrumpido por Alana y nota que ha vuelto a perder la noción del tiempo: ya no hay nadie en la clase.
Alana se acerca para decirle que se arrepiente de haber salido de su casa la otra noche y ahora se encuentra a punto de cruzar la línea. Alana tiene sentimientos por él, pero cree que es inestable y no puede estar con él hasta que eso cambie.
Will y Hannibal visitan a Abigail y hablan sobre la posibilidad de que Freddie escriba un libro sobre ella. Will cree que es una mala idea y le dice que todo lo que está sintiendo va a cambiar, pero ella solo quiere que los demás dejen de pensar que ella era una cómplice de su padre. Hannibal le indica que si sigue adelante con aquella idea, no será capaz de controlar lo que le pase.
Por la noche, una persona encapuchada empieza a cavar en medio de la nieve y retira algo de nieve con su mano hasta que puede verse una cabeza humana.
En la sala forense, Will y los demás observan un detallado esquema del tótem con detalles sobre todas las víctimas.
Suponen que si la víctima de la parte superior es la última, la de la zona inferior debe de ser la primera, alguien a quien asesinó hace cuarenta años y nunca se descubrió. Will piensa que podría haber una conexión entre la antigua víctima y la más reciente.
Jack pide a Will que acuda a su despacho y ambos esperan a la llegada de Alana y Hannibal para informarles de que el cuerpo de Nicholas Boyle ha sido encontrado en medio de la nieve, asesinado por un corte en el torso.
Jack les dice que ha pedido que le traigan el cuerpo y quiere que Abigail haga un reconocimiento ya que cree que podría ser la responsable. Jack pide a Alana que esté presente para ello. Will le dice a Hannibal que aquello podría hacer un daño irreparable en Abigail, a pesar de que Hannibal indica que podría ser más fuerte de lo que ellos creen – en sus ojos puede verse algo de preocupación ante el hallazgo del cuerpo.
Alana acompaña a la nerviosa Abigail por la zona forense, donde Jack les espera junto al cuerpo. Jack le retira la manta que lo cubre para preguntarle si es la misma persona que le atacó. Ella le responde que sí y él sigue haciendo preguntas, pero Abigail le pide que vuelva a cubrir el cadáver. Jack insiste en que responda a las preguntas sin hacerle caso e impide a Alana que lo cubra.
Alana no está de acuerdo con aquél método y Jack le invita a irse, recordándole que solo está allí por cortesía. Jack quiere saber qué hace cuando se escapa del hospital y, sobretodo, si ha visto a Nicholas en alguna ocasión. Abigail le responde que lo único que sabe de Nicholas es que intentó matarla en su casa, pero ella sobrevivió gracias a Alana y a Hannibal. Mientras Abigail se va, Alana se queja de la actitud de Jack.
De vuelta al hospital psiquiátrico, Hannibal y Abigail hablan sobre el incidente. Ella afirma haber respondido a todas las preguntas del FBI y haber salido airosa pese haber atraído del todo la atención de Jack Crawford, pero él le dice que traicionó su confianza, poniendo la vida de ambos en peligro. "Necesito confiar en ti, Abigail," le dice. "¿Y si no puedo?"
El equipo forense descubre que Joel Summers fue adoptado tras la muerte de sus padres y su padre biológico era Fletcher Marshall, la primera víctima del asesino. A pesar de que la comparación de ADN entre ambos no coincide, la madre, Eleanor Marshall, falleció en un accidente de coche cuatro años antes de la muerte de Fletcher. Hubo un sospechoso, Lawrence Wells, cuestionado dos veces en 1973 pero nunca condenado.
Jack y Will se dirigen hacia la casa de Wells, donde él les espera con la puerta abierta y la casa llena de cajas. Él dice que les permitió encontrarle con su última víctima y confiesa haber asesinado a Joel Summers, Fletcher Marshall y a otros quince. Les dice que asesinó a Summers porque no tenía que haber existido y los demás nunca le vieron acercarse a no ser que él lo quisiese así. Lawrence, que no es adinerado, cree que ir a la cárcel va a ser un lujo.
Jack le pregunta si tuvo una aventura con Eleanor Marshall y Will le revela que Joel Summers era en realidad su hijo. En vez de asegurar su legado, Lawrence asesinó a su propio hijo sin saberlo, ya que Eleanor había elegido criarlo como si fuera hijo de Fletcher. "Lo único que has hecho por tu hijo ha sido destruirlo," señala Will.
Posteriormente, en casa, Will tiene un sueño en el que vuelve a ver a Abigail preguntándole si uno se siente mal al matar a alguien, diciendo que se preocupa por las pesadillas y Hannibal asegurando que le ayudarían cuando las tuviese.
Al día siguiente, Will va hacia la sala en la que mantienen el cuerpo de Nicholas Boyle y utiliza su mente para imaginar el asesinato: Nicholas se acerca a él y Will le apuñala sin más, pero de repente, se imagina a Abigail ante él y ella es quien le apuñala. Will descubre que Abigail asesinó a Nicholas Boyle.
Sabiendo la verdad, Will va hacia el despacho de Hannibal para hablar sobre ello, pero él revela que ya lo sabe. Hannibal incluso confiesa haberla ayudado a deshacerse del cuerpo. Will le dice que aún no ha hablado con Jack por que esperaba que nada de aquello fuese cierto. Hannibal le explica que ayudó a Abigail por que Jack culparía a ella por todo lo que hizo su padre y todos harían lo mismo. "Abigail no es más asesina que tú por haber disparado a su padre, o que yo, por la muerte de Tobias Budge," continúa Hannibal.
Hannibal trata de hacerle ver que ellos son quienes mejor conocen la carga de Abigail, que tienen que actuar como sus padres y servirle más que Garret Jacob Hobbs.
Hannibal pregunta si va a tener que llamar a su propio abogado, pero Will le dice que no, ya que no le contará la verdad a Jack. Hannibal afirma que están haciendo lo correcto.
Después, Hannibal y Will reciben a Freddie Lounds y a Abigail como invitadas para cenar. Hannibal pide perdón a Freddie por no haber sabido que ella era vegetariana y le prepara una ensalada, mientras que Will no hace más que discutir con ella por sus métodos a la hora de escribir. Freddie asegura que solamente quiere que Abigail cuente su historia y Hannibal explica que tan solo tratan de protegerla. Abigail nota algo peculiar en la mirada de Will.
En la cocina, Abigail ayuda a Hannibal a limpiar y le pregunta si Will sabe la verdad sobre Nicholas Boyle, preocupándose al ver que sí. Hannibal le dice que mantendrá el secreto y mentirá a Jack: nadie sabrá lo que ella hizo. Empezando a llorar, Abigail confiesa que ayudaba a su padre con los asesinatos, sabiendo lo que era y lo que hacía, ya que o mataba a las chicas, o a ella. Ella tenía un acercamiento con las chicas y posteriormente, su padre hacía su parte. Hannibal le abraza para apoyarla, diciéndole que se preguntaba cuando lo confesaría.
En un flashback, Abigail y su padre están en un tren y observan a Elise Nichols, sentada en un asiento cercano. Abigail se levanta y camina hacia allí para preguntar si se puede sentar con ella. Las dos empiezan a hablar y mientras Garret observa atentamente, empezando a sonreír.
Reparto[]
Actores principales[]
Actores recurrentes[] |
Actores invitados[]
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Citas[]
- "Este es mi legado." (Will, pensando en el asesino)
- "Estaba en una playa en Grafton, Virginia Occidental, he parpadeado y me he despertado en tu sala de espera. ¡Pero no estaba dormido!" (Will a Hannibal)
- "Has traicionado mi confianza. Has puesto mi vida en peligro, así como la tuya. Me merezco más que eso. Necesito confiar en ti, Abigail. ¿Y si no puedo?" (Hannibal)
- "Somos sus padres ahora." (Hannibal a Will, sobre Abigail)
- "Esta debe de ser la mejor ensalada que he probado. Una lástima arruinarla con toda esa carne." (Freddie)
- "Le ayudé. Sabia lo que era mi padre. Sabía lo que hacía." (Abigail)
Análisis[]
Nombre del episodio[]
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Trou Normand |
El nombre Trou Normand consiste en una tradición en la que una pequeña cantidad de calvados (un aguardiente) se sirve entre platos para volver a despertar el apetito. |
Música[]
- O Euchari, escrita por Hildegard von Bingen, interpretada por Emily Van Evera
- Sonata nº 8 en do menor, Pathétique, Op. 13, Segundo Movimiento: Adagio cantabile de Ludwig van Beethoven
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